Por Luis F. Morfín Avilés
En el contexto económico global actual, las economías emergentes, como la mexicana, enfrentan múltiples desafíos derivados de factores externos, entre ellos las políticas implementadas por la administración Trump, tales como la imposición de aranceles. Estas medidas han generado impactos significativos en el comercio internacional, las calificaciones crediticias, la inversión productiva, el empleo, el crecimiento económico, la inflación, el tipo de cambio y las tasas de interés.
Durante el primer trimestre de 2025, México registró un crecimiento marginal de apenas 0.2%. Frente a este panorama macroeconómico adverso, resulta pertinente cuestionar las acciones que las pequeñas y medianas empresas están adoptando para mitigar el impacto de dichas variables en su economía real y resultados financieros.

Se reconoce que el efecto financiero será, en cierta medida, negativo, manifestándose en una disminución del rendimiento sobre el capital, reducción en los niveles de ventas, incremento en los costos de ventas, contracción de los márgenes brutos, posible mantenimiento o aumento de gastos operativos, y consecuentemente, una disminución en las utilidades netas. Asimismo, las empresas pueden enfrentar problemas de flujo de efectivo, aumento en cuentas por cobrar, dificultades para cumplir con obligaciones financieras de corto plazo y la necesidad de reestructuración financiera.
Ante este escenario, se sugiere a los directivos implementar una estrategia financiera que contemple, entre otros aspectos:
- La mejora del sistema de registros contables y controles internos, para garantizar la emisión oportuna y veraz de los estados financieros.
- El análisis detallado de los márgenes de utilidad por línea de producto o unidad de negocio, con énfasis en la revisión del sistema de costos y concentración en las líneas con mayor rentabilidad.
- El desarrollo de modelos de punto de equilibrio que consideren el comportamiento de los costos variables y la política de precios.
- La revisión y ajuste de las políticas de administración del capital de trabajo, priorizando el flujo de efectivo sobre las utilidades contables.
- La elaboración de un modelo de planeación financiera que incluya escenarios proyectados para el cierre del ejercicio.
- La implementación de reuniones formales periódicas para evaluar resultados y ajustar las estrategias correspondientes.
Adicionalmente, se recomienda realizar un análisis integral del modelo de negocio, utilizando herramientas como el CANVAS, para identificar áreas de oportunidad y fortalecer la capacidad de adaptación y resiliencia empresarial.
