El entorno laboral ha cambiado radicalmente, exigiendo nuevas habilidades psicológicas y enfoques humanos para evitar organizaciones tóxicas. Apostar por una psicología positiva es clave para adaptarse y comprometer a los trabajadores en un mundo laboral dinámico.
Un buen líder debe fomentar el desarrollo de su equipo, ya que la falta de crecimiento desmotiva y afecta la productividad. Invertir en talento asegura compromiso y éxito.
Un buen liderazgo requiere conocer y desarrollar a cada persona, reconociendo tanto sus fortalezas como sus debilidades, para maximizar su potencial y el éxito de la empresa.